El lugar se encuentra inscrito en su costado sur por un bosque de especies nativas y una quebrada, sobre el costado occidental en dirección de la inclinación de la pendiente se tiene la vista lejana sobre uno de los bordes montañosos que circundan el Valle de San Nicolás del Municipio de Rionegro. Reconocer el valor de los elementos naturales del lugar, así como la orientación de la vivienda en función del sol como fuente de energía, se convierten en el origen de la ubicación de la vivienda dentro del lote.

A partir de la idea de una bodega planteada por los propietarios surge el concepto general de la casa, se plantea la sucesión de cinco volúmenes a dos aguas que se intersectan entre sí, generando entre ellos una serie de cuatro patios como generadores de luz interior y conectores del espacio interior y el paisaje exterior. La intersección entre estas piezas arquitectónicas, no sólo se convierte en la definición volumétrica exterior de la vivienda sino que se plantea como la definición del espacio interior.

La materialidad de la vivienda contrapone dos premisas de diseño. La primera definida por el lenguaje industrial-una bodega-definida en el deseo del cliente y por otro el lenguaje doméstico al interior en virtud de la función del edificio.

Se plantea como una vivienda de un solo nivel donde las áreas colectivas se van sucediendo hacia las áreas más privadas. En el primer volumen se ubican el garaje, los cuartos técnicos, la alcoba de servicio, la zona de ropas y el acceso; el segundo volumen alberga el estudio, el vestíbulo, salón, comedor, cocina, despensas y terraza. El tercer y cuarto volumen albergan las habitaciones.